CON LA LEY A CUESTAS
Como cada mañana antes de ir a la comisaria, Juan Miguel hacía sus diez kilómetros de running. No, él no hacía jogging ni footing, cuando puedes mantener un ritmo de cuatro minutos por kilómetro durante cuarenta minutos lo que estás haciendo es correr. Era un hombre que había mamado la disciplina desde la cuna, es lo que tiene pertenecer a una estirpe de servidores del orden, la disciplina es el pan nuestro de cada día. Eso además había instaurado en Juan Miguel unas profundas creencias en cuanto al deber y la rectitud en el desempeño de su trabajo, y digo trabajo pues en la vida de Juan Miguel no había cabida para nada más. Juan Miguel y su trabajo, Juan Miguel y su deber, Juan Miguel y la protección de la ley y el orden, Juan Miguel y la policía. Juan Miguel era básica y exclusivamente un policía. Su día a día, sus hábitos y costumbres, sus expectativas, presentes y futuras, giraban en torno a su carrera profesional. Juan Miguel, el policía. De hecho, vivía solo, ...